Se trata de una larga hilera de fuentes de chorros para niños (y porque no, adultos también!) donde refrescarse los días de calor.
Son varios chorros de diferentes intensidades, están justo al lado del Museo Guggenheim y al lado del Cafe Ona.
Esto lo hace perfecto para una visita al museo y luego tomarte algo en la terraza del bar mientras tus hijos se refrescan y divierten en los chorros.
Además hay un parque infantil justo al lado.
Vamos, que en esta zona tienes de todo: museo, aire libre, bar, parque infantil, parque de chorretes.